La historia de Jacinda Ardern, la Primera Ministra de Nueva Zelanda que renunció a su cargo

En el 2017 llegó al poder siendo la dirigente más joven del mundo, atravesó la pandemia del coronavirus con políticas ejemplares, fue mamá mientras ocupaba su cargo y puso fin a su mandato previo a las elecciones.

Para hablar de Ardern, nos tenemos que ubicar en el 2017, cuando Nueva Zelanda se preparaba para las elecciones. Para ese entonces el “candidato a ganar” era Bill English, hasta que una política con gran carisma se postuló como representante del partido laborista: Así comenzó la “Jacindamanía”.

En su mandato, le tocó atravesar crisis tanto nacionales como internacionales, y siempre las abordó desde una misma mirada y con los valores de la empatía, humanidad y amabilidad como bandera; así lo afirma Madeleine Chapman, autora de la biografía no autorizada Jacinda Ardern: un nuevo modelo de liderazgo, quien escribió: “Siempre ha sido una líder que da lo mejor de sí misma en momentos de crisis y, por desgracia, ha tenido bastantes”.

En el 2019, Nueva Zelanda sufrió uno de los peores ataques terroristas de toda su historia: Un “supremacista” asesinó a 51 personas que pertenecían a dos mezquitas de Christchurch. Tras el lamentable hecho, Ardern se hizo presente, afirmó que “ellos son nosotros” (refiriéndose a las victimas) y protagonizó una foto de un abrazo a las comunidades que dio la vuelta al mundo. Luego de su discurso, denunció inmediatamente como terrorista al autor del tiroteo.

Un año más tarde, el mundo atravesó una de las mayores crisis de la edad moderna: se enfrentó ante un virus que se desconocía y que paralizaba el planeta. En su primer discurso, frente a lo que luego sería una pandemia mundial, le pidió a la población: “Sean fuertes, sean amables”.

Ardern unió a los neozelandeses en torno a unas medidas de confinamiento extraordinarias para evitar el Coronavirus, al punto de que logró que Nueva Zelanda registrara uno de los índices de contagios y muertes más bajos del mundo: solamente 2,16 millones de contagiados y 2.437 fallecidos (el 1,8% de los que hubo en Argentina)
Además, durante su mandato, logró grandes avances respecto a las leyes: logró reducir en más de un 50% la pobreza infantil, incluso cuando el Covid-19 se hacía presente.

Si bien logró muchos avances en años difíciles para todo el mundo, su empatía y amabilidad a la hora de tomar decisiones hizo que muchas reformas lleven demasiado tiempo, muchas sin concretarse.

En Nueva Zelanda las elecciones son cada tres años. En el 2017 Jacinda se presentó pocos meses antes, sin realizar una gran campaañ electoral, se impuso frente a Bill English. Tres años más tarde fue elegida nuevamente con unas “elecciones históricas”, ya que obtuvo el 50% de los votos, el doble que Judith Collins, la segunda.

En octubre serán las próximas, en las que la batalla se espera mucho más reñida en las urnas; en las que Jacinda decidió no presentarse. Madeleine Chapman explicó que “Jacinda siempre ha dicho que no le gustaba ese tipo de política, ese tipo de campaña, eso es exactamente lo que iban a ser estas elecciones, así que no me sorprende que no le entusiasmaran”.

En el anuncio de su renuncia, Ardern contó: “Sé lo que requiere este cargo y sé que ya no tengo suficiente energía para hacerle justicia, es así de sencillo”, y le habló a su familia: ““Neve (su hija), mamá está deseando estar ahí cuando empieces el colegio este año. Y a Clarke, casémonos de una vez”.

“Espero dejar a los neozelandeses la convicción de que se puede ser amable pero fuerte, empático pero decidido, optimista pero centrado.Y también se puede ser el tipo de líder que sabe cuándo es el momento de marcharse”, cerró.

El mandato de una líder que supo afrontar crisis mundiales, dar respuesta ante ataques terroristas, ser mamá en cargo y dejar el mandato en el momento debido.